EL CENTRO CULTURAL BORGES INAUGURÓ «EL CASO BRECCIA», CON LAS OBRAS DEL AUTOR ROBADAS Y RECUPERADAS POR INTERPOL

EL CENTRO CULTURAL BORGES INAUGURÓ «EL CASO BRECCIA», CON LAS OBRAS DEL AUTOR ROBADAS Y RECUPERADAS POR INTERPOL

Buenos Aires, 15 de julio de 2022. El ministerio de Cultura de la Nación y el Centro Cultural Borges inauguraron la muestra «El caso Braccia», donde se exponen un conjunto de obras originales de Alberto Breccia, reconocido como uno de los historietistas más importantes de Argentina y del Mundo.

Las obras exhibidas fueron robadas y recuperadas por Interpol e incluye historietas e ilustraciones de Breccia.

Al iniciarse un juicio sucesorio tras la muerte del autor, los materiales que estaban en la casa del dibujante en Haedo, los mismos fueron depositados en la caja fuerte de una empresa de seguridad que quebró en 2005. Luego, las piezas fueron robadas y vendidas ilegalmente.

Los originales que se exponen, con autorización judicial, fueron recuperados por Interpol Buenos Aires y hoy en día permanecen bajo custodia hasta tanto terminen ls causas en trámite.

Además de lo exhibido, varias piezas sustraídas fueron localizadas en Europa, pero la justicia de los países donde se hallaban resolvió no devolverlas, y de otras no se pudo descubrir aún dónde se hallan pero permanece vigente la orden de secuestro internacional.

La muestra incluye además dos producciones audiovisuales que contemplan la información sobre este inusual, complejo y doloroso destino de una obra excepcional.

La curaduría, investigación y textos de la exposición estuvieron a cargo de la investigadora y periodista Judith Gociol. Entre las pieza exhibidas se encuentra la página robada de Mort Cinder y recuperada por Interpol en Italia.

La muestras podrá visitarse de miércoles a domingo de 14 a 20 y el cierre está previsto para septiembre en el Centro Cultural Borges en la sala de exposiciones temporarias 2, pabellón II, segundo piso, con entrada por Viamonte 525.

Breccia (1919-1993), considerado uno de los mayores dibujantes de historieta, realizó trabajos infantiles y láminas didácticas, adaptaciones literarias, páginas policiales y de ciencia ficción protagonizadas por sicarios, detectives y viajeros del tiempo inmersos en ambientes lúgubres y en atmósferas linderas con la inquietud y el terror.

En 1997, a causa de un litigio judicial por el acervo sucesorio entre los hijos y la segunda esposa del autor, una parte de esa obra fue depositada para su resguardo en la caja fuerte de una empresa de seguridad que quebró en 2005 y, a partir de entonces, los originales fueron robados y vendidos ilegalmente.

En 2008 se denunció que las piezas eran ofrecidas para su compra y, un año después, la justicia penal y la fiscalía solicitaron la intervención de Interpol: algunas de esas obras resultaron recuperadas; otras ya fueron localizadas pero las autoridades judiciales europeas no autorizan su repatriación; el resto continúa sin aparecer.

La calidad de esas páginas, de una gráfica absolutamente innovadora, invaluable para sus lectores, tiene ahora un precio en el mercado (negro) que ni por asomo cobró nunca este artista que pasó largas épocas de ahogo económico, en oscilación entre dos necesidades no excluyentes: la de experimentar gráficamente y la de trabajar «para el puchero», como decía.

Es un destino cruel y paradójico para la producción de un maestro del blanco y negro —justamente—, experto en el manejo de la luz y de la oscuridad.

Además de la curaduría, investigación y textos de Gociol, el diseño es de Laura Varsky, la realización audiovisual de Hernán Vidal.

Gociol es periodista, investigadora, editora y curadora, especializada en temas culturales y fue responsable de la organización de muestras como «100 % Negro», en homenaje a Roberto Fontanarrosa; «Nos tocó hacer reír», la exposición de historieta y humor gráfico que la Cancillería llevó a Frankfurt en ocasión del Bicentenario, y «Escribir la aventura», dedicada a Héctor Germán Oesterheld, en el marco del Encuentro de la Palabra 2014.

Entre 2006 y 2011, en la Biblioteca Nacional, llevó adelante el proyecto de recuperación de libros, documentación y testimonios de las experiencias del Centro Editor de América Latina y EUDEBA. Asimismo, coordina el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentinos de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, espacio desde el que se realizaron las exposiciones Carlos Trillo: de puño y tecla; Trapitos al sol. Originales de Calé; Historietas x la identidad; Mafalda en su sopa; Rubén Sosa. De vuelta en casa; Roberto “el Negro” Fontanarrosa: archivos clasificados; Palabra de Oesterheld, y Querido Quino, todas organizadas por esa institución.

Daniel Banchero

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